«Creas o no en la astrología, aquí hay más que signos: hay un ritual con turmalina, oráculos y mucha intuición.»
Te traemos una de las secciones que más gustan de las revistas… ¡el horóscopo! Ese pequeño ritual de lectura que hacíamos con amigas, entre risas, dudas y ganas de saber qué nos deparaba el universo…
Al menos, en mi época, era de las primeras cosas que mirabas al comprar la revista. O lo ojeabas entre clase y clase. Sabías que no era algo real, pero era divertido comprobar si habían acertado o si encajaba con tu personalidad.
Cada uno podemos creer o no creer en lo que nos de la gana. Así que no vais a poder evitar que aquí, la humana Iris, tenga unas ideas un tanto extrañas en lo referente a la realidad, las influencias de los astros, las energías sutiles, más allá de este plano físico…


Pero no te preocupes, al menos en esta sección, en este artículo «aquí y ahora», no voy a intentar adoctrinar a nadie. Sólo quiero que disfrutes con la lectura de tu signo zodiacal, y que veas si puedes adaptar a tu vida alguno de los consejos, si quizás de algún modo, resuena contigo. No le des muchas vueltas tampoco, sólo siéntelo.
Lo que si que voy a hacer es explicarte un poquito el proceso, de dónde vienen estos mensajes que puedes leer en cada signo del zodiaco. No me los invento. No los genera la IA (con todo el respeto a Luna).


¿De donde salen estos mensajes?
Tengo un proceso, como un mini ritual. Lo primero, es limpiar energéticamente la zona donde estoy y donde voy a hacer la canalización y la lectura. Para ello uso a veces palo santo, y a veces salvia.
Las piedras y su energía
- Siempre me gusta tener una piedra Turmalina en bruto, para proteger ante energías negativas o energías que yo no quiera en ese momento. Suelo colocarla encima del mazo antes, y después de extraer las cartas.
- También me rodeo de una piedra que represente cada uno de los elementos que rigen a los signos: fuego, tierra, aire, agua. Mis favoritas son: la cornalina o el granate rojo para Fuego (me da la sensación de que transmiten esa pasión y fuerza del elemento, sin rebasarla), ágata musgo, jade verde o peridoto para Tierra, labradorita, lapislázuli o la mítica amatista para Aire, y ópalo, aguamarina o piedra luna para Agua.
- Además, añado un cuarzo, puro, transparente blanquecino, para favorecer la claridad y la conexión. Uso una amatista no para Aire, sino para mí, porque esta piedra está muy vinculada conmigo (soy Acuario, signo de aire) y me ayuda a equilibrarme, a armonizar el ambiente, a conectar mejor… Y suelo poner también mi pirámide de shungit, porque también es un material que vibra mucho conmigo, y neutraliza energía negativa, fortalece el aura, aporta claridad mental y emocional… Y en cuanto a sus cualidades físicas más «reales y tangibles», el shungit es un material increíble, es un conductor de la electricidad nato, mejor incluso que el oro. Por eso me transmite que en general, es un buen catalizador y canalizador de energías.
- Otra curiosidad sobre el shungit: se dice que contiene la mayoría de los elementos de la tabla periódica… ¡Dime entonces sino debe estar presente en cualquier situación alquímica!
- Y no puede faltar otra piedra que adoro, un cuarzo con aura ópalo, o cuarzo ópalo, que se dice que «amplifica la energía, facilita la conexión espiritual, promueve el crecimiento personal y disipa la confusión mental.»
¡Imposible fallar con este kit!


Así canalizo cada signo
Ya con todo el espacio limpio, las piedras preparadas, yo mentalmente tranquila y abierta… Cojo mi mazo de cartas, en este caso, he escogido el Oráculo «SEMILLA ESTELAR» de Rebecca Campbell, porque además de que me parece visualmente precioso, siempre me servido bien de guía cuando lo he usado. Es posible que depende de cómo me sienta, en los próximos meses, use alguna de mis barajas del tarot, o otros oráculos. Dependerá de mi estado de ánimo y lo que mi intuición me dicte.
Los siguientes pasos, se repiten para cada uno de los elementos y signos.
- Coloco la piedra que corresponde en el centro, delante de mí. Barajo el mazo, intentando visualizar el elemento que representa. Tengo una gran imaginación, así que esto de visualizar es muy simple para mí.
- Una vez estoy en modo «fuego», por ejemplo, paro de barajar… Y ahora, pienso que el signo, por ejemplo, en Leo. En mi mente empiezan a pasar imágenes, muy cinematográficas, como si una cámara, que son mis ojos, van pasando por miles de lugares de la tierra, haciendo sólo foco en aquellas personas que son Leo. Nadie puede ver esa cámara, es un observador invisible y las personas actúan con normalidad. Es como un «scanner» visual que pasa por todo el globo terráqueo localizando sólo a las personas de un signo.
- En mi mente empiezan a mezclarse muy rápido las escenas: una mujer cogiendo en brazos a su hijo, un adolescente riendo a carcajada limpia en su clase, un señor que duerme a la intemperie en un banco de la calle, un chico coreano que está dándole un regalo a una chica, un artista que parece estar a punto de salir al escenario, un niño que quiere coger su juguete…
- No son imágenes que yo fuerce, como la anterior de visualizar el elemento. Estas imágenes llegan rápido y se van rápido, ni si quiera las analizo, ni las comprendo, sólo las observo.
- Tras unos segundos, y con los ojos aún cerrados, extraigo una carta del mazo, sin que las imágenes cesen. Cuando la saco, la dejo boca abajo. Abro los ojos, y respiro. Vuelvo a sentir el resto de cartas en mis manos, es como «regresar a la tierra tangible», así que intento tocar mucho, el tacto te devuelve a esta realidad. Hago unas respiraciones profundas, y voy a por el siguiente signo del zodiaco.
Y así, con cada uno.
Finalmente, cuando tengo las 12 cartas, voy leyendo la que corresponde a cada signo, y la interpreto, no copio y pego lo que hay en el librito, sino que intento darle un sentido real, actual, y que pueda servirle a alguien.
Lo que pasa después
Cuando termino de escribir todos los signos… ¡Voilà! Ya tenemos el primer horóscopo de MSK. Luna me ayuda a pedirle a Sora las imágenes que queremos para ilustrar cada signo, hago el montaje del diseño en Canva… Y lo lanzo a la red, con todo el cariño del mundo.
Nos leemos en el siguiente horóscopo.
¿Pensaste cuando viste un simple horóscopo de una revista digital, que tendría un trasfondo tan auténtico como el que te he mostrado? Me interesaría mucho saberlo 😉


















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